ANTE TODO, MUCHA CALMA
Pues sí; menudo lío se ha montado con el coronavirus. Nuestro día a día está salpicado por una lluvia de noticias, opiniones, mensajes o tuits que a todos nos producen sensación de preocupación y hasta de cierta inseguridad. Es cierto que aún hay muchas cosas que desconocemos sobre la epidemia, y que la situación parece que cambia por momentos o por regiones. Pero no es menos cierto que adoptar unas medidas razonables es sencillo y seguramente suficiente para evitar problemas en una mayoría de personas.
Nuestra preocupación es mayor cuando pensamos en que muchos de nuestros pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal se encuentran inmunodeprimidos, y podrían por tanto pertenecer a esos grupos de riesgo para padecer la enfermedad, incluso de forma grave. Pero esto no hace sino reforzar las precauciones generales.
Los pacientes con enfermedad de Crohn o colitis ulcerosa que están inmunodeprimidos son aquellos que toman alguno de los siguientes fármacos: corticoides (prednisona, UrbasónÒ, DacortínÒ, ClipperÒ, intestifalkÒ, entocordÒ, etc…), azatioprina (ImurelÒ), Metotrexato (MetojectÒ, NordimetÒ, etc…), Biológicos de cualquier familia: Infliximab (RemicadeÒ, InflectraÒ, etc…), Adalimumab (HumiraÒ, AmgevitaÒ, ImraldiÒ, HyrimozÒ, HulioÒ, etc…), Vedolizumab (EntyvioÒ), Ustekinumab (StelaraÒ), Tofacitinib (XeljanzÒ), Tacrolimus (PrografÒ, etc). Indudablemente, hay tratamientos con más potencia inmunosupresora que otros, pero para este caso vamos a ponerlos a todos en el mismo saco.
En primer lugar, hay que tener en cuenta que el virus se transmite por las gotitas microscópicas que todos emitimos al hablar (y al toser o estornudar…), y que luego quedan un tiempo en las cosas que nos rodean y que habitualmente manipulamos. Por eso es clave lavarse las manos, todas las veces que haga falta, sobre todo antes de comer y después de ir al baño, toser o sonarse la nariz; lavarse las manos bien, de forma adecuada y completa (unos 20 segundos), con un producto adecuado (agua y jabón, o bien un gel con al menos 60% de alcohol). Por eso también es fundamental limpiar las superficies de casa u oficina que manipulemos habitualmente, y en general se desaconsejan las mascarillas a la población, ya que ello implicaría que estaríamos llevándonos continuamente las manos a la cara, la boca o los ojos; es más prudente, más razonable y más seguro el lavado de manos. Sólo tienen sentido las mascarillas en los pacientes que se sabe o se sospecha que estén contagiados de coronavirus, para evitar que lo propaguen a su alrededor. Por lo mismo, no hay que olvidar cubrirse la nariz y la boca al toser, bien con pañuelos desechables (y tirarlos acto seguido), bien con el codo (para evitar contaminar las manos) y, desde luego, evitar tocarse la boca, la nariz o los ojos con las manos.
Por otra parte, se necesita una distancia mínima para que se puedan inhalar los virus que viajan en estas gotitas. Por eso es importante evitar el contacto con las personas que estén diagnosticadas de infección por coronavirus, o simplemente padezcan síntomas respiratorios (fiebre, tos, dolor de garganta, malestar general, dificultad para respirar). Por el mismo motivo, es igual de importante quedarse en casa si uno mismo presenta síntomas.
Aunque todavía no sea una recomendación para la población general (las cosas pueden cambiar), en pacientes inmunodeprimidos parece más que razonable que se eviten los viajes y las aglomeraciones: los sitios muy concurridos facilitan el contacto estrecho con otras personas que podrían ser transmisoras de la infección.
En este sentido, un lugar especialmente sensible es el propio Hospital, por que es donde se concitan muchas personas que se encuentran enfermas. Por este motivo, en nuestra Unidad intentaremos que la mayor cantidad de visitas posibles se realicen por vía telemática (teléfono o email) hasta que estemos seguros de que el riesgo ha decaído lo suficiente. Obviamente, no todo se puede hacer por teléfono y en algunos casos será inevitable recurrir a las visitas presenciales, a recoger o ponerse tratamiento, pero confiamos en poder evitar el contacto de muchos de nuestros pacientes con otros enfermos.
Nada de esto quiere decir que haya que suspender ningún tratamiento inmunosupresor: La enfermedad mal controlada puede acarrear consecuencias también importantes, a veces complejas e incluso irreversibles; sin contar con que, en la mayoría de los casos, aunque suspendiéramos uno de estos tratamientos no dejaríamos de estar inmunodeprimidos durante un tiempo. Por otra parte, el resto de las recomendaciones que se hacen por los profesionales de la Unidad, ya sean analíticas, cultivos, vacunas, etc…, no deberían dejar de hacerse en los plazos en los que están previstos: Habitualmente restringimos nuestras peticiones a lo estrictamente imprescindible para cada caso, y todo tiene un sentido en el proceso individual de cada paciente
Finalmente, ante la sospecha de haber contraído la infección por coronavirus, hay que seguir los cauces y las recomendaciones para la población general. El teléfono dispuesto por el SUMMA es el 902 102 112 con este fin, procurando reservar la visita a Urgencias para los casos con síntomas más importantes o graves.
En cualquier caso, y mientras tengamos calma suficiente para seguir todas las recomendaciones, lo más probable es que todo vaya bien. Ante cualquier duda o preocupación, cambio o aparición de nuevos síntomas, tu Unidad de enfermedad inflamatoria intestinal está lista para dar soporte o ayuda. No olvidemos que todo lo que hoy nos parece demasiado nuevo, se hará viejo más pronto que tarde: Pasará este virus, pero vendrán nuevas complicaciones, nuevas soluciones, nuevos tratamientos en nuevos escenarios. Y todo lo afrontaremos juntos. En esta Unidad que es la tuya. Así que calma; ante todo, mucha calma.